miércoles, 23 de mayo de 2012

SCONES CON PEPITAS DE CHOCOLATE

¡Buenos días! Ya estamos en el ecuador de la semana, queda menos para la final de Copa (mañana prometo galletas decoradas) y para el finde, que hay ganas. Además ha salido el sol, hasta parece que podríamos estar acercándonos al verano... ¡madre mía qué ganas tengo! Pero aún hay que tener paciencia. Y para entretenernos hoy os traigo algo distinto, unos scones. La primera vez que probé unos fue en Madrid, en una pastelería-panadería que se llamaba LE PAIN QUOTIDIEN y me encantaron. El scone parece un bollito, (de hecho en la receta del libro que he utilizado, el de "Escuela de cocina. Postres" lo llama así), pero en realidad es algo más parecido a un pan. Tiene un toque dulce pero como vereis en los ingredientes no lleva demasiado azúcar. A mí me encantó la mezcla con lo dulce del chocolate. Recién hechos estaban impresionantes. El único problema que tienen es que al tratarse de una receta de tipo pan no aguanta mucho, para el día siguiente están un poco secos pero es que al siguiente ya son como el pan duro. Así que hay que tener en cuenta por ejemplo a la hora de calcular la cantidad. Yo la que os pongo es para que salgan los de la foto. Ahí os la dejo:

SCONES CON PEPITAS DE CHOCOLATE

280 g de harina
60 de mantequilla
40 g de azúcar
50 g de pepitas de chocolate (en la original son pasas, así que al gusto)
1 huevo
160 g de nata líquida (+ un poco para pintar, en total con una caja de 200 ml perfecto)
12 g de levadura química
1 pizca grande de sal

Precalentar el horno a 220ºC. Cubrir una placa del horno con papel de horno.

Mezclar en un recipiente la harina, la levadura y la sal. Añadir la mantequilla cortada en dados. Obtener una pasta arenosa.

Añadir las pepitas y mezclar. Hacer un agujero en el centro.

Batir el huevo y el azúcar en otro recipiente para obtener una textura cremosa. Añadir la nata y mezclar otra vez.

Echar esta mezcla en el agujero. Mezclar hasta formar una pasta. Es probable que haya que añadir algo más de harina para formar una masa que se pueda manejar con la mano sin que se pegue.

Enharinar la superficie de trabajo y poner encima de la mesa. Trabajarla rápidamente para hacerla homogénea y aplastarla para formar una torta de unos 3 o 4 cm de grosor. Enharinar por encima y alisarla con un rodillo.

Enharinar un molde-cortante redondo de unos 5 cm y cortar tantos bollos como sea posible.

Poner en la bandeja con el papel y untar la superficie con un poco de nata líquida.

Hornear durante 14 minutos aproximadamente.


Como veis son muy fáciles de preparar y para mí recién hechos son impresionantes. Os recomiendo que un día os levantéis un poco antes para hacerlos, que se hacen muy rápidos, y os deis un merecido homenaje de desayuno, que de vez en cuando nos lo merecemos.
Un besazoooo


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